El profesional es siempre quien debe calcular el tiempo necesario del servicio teniendo en cuenta la dificultad tecnica, el estado del pelo, el caracter del animal y otras circunstancias particulares. Exigir un tiempo reducido solo genera una tensión que puede quedar reflejada en la calidad y la seguridad en el servicio.
Como clientes siempre deberíamos desconfiar de aquellos supuestos profesionales que basan su servicio en un tiempo extremadamente reducido y unas tarifas bajas que definen una forma de ver la peluquería canina basada mas en la cantidad que en la calidad, seguridad y trato positivo de los servicios que ofrecen.
excelente el blog.gracias por toda la info
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